25 diciembre 2017

¿Qué has querido decir?

Hace unos meses leí en un taller de escritura creativa uno de mis relatos breves. En resumen, narraba el reencuentro de un hombre y una mujer que treinta años atrás habían tenido cierta relación de amor-odio. El reencuentro, de unos pocos minutos, reproducía de manera muy condensada todo lo bueno y lo malo de aquella antigua relación. Una compañera me preguntó:
—¿Qué has querido decir?
—¿Que qué he querido decir? —contesté—. Lo que he leído, espero.
—Sí —insistió ella—, pero ¿qué has querido decir más allá?
—¿Más allá de qué?
—Del texto.
Respondí que nada. Que no hay nada más allá del texto. Que todo estaba ahí, en el papel. Más vale que haya querido decir lo que he dicho, pensé, y que además haya dicho lo que quería decir; si no, tendré que decir otra cosa.
Un texto es algo cerrado, un mensaje en una botella con el tapón sellado. Si el tapón salta en medio de la marea, la botella se va a llenar de agua salada, se va a hundir y el mensaje se va a perder.